viernes, 19 de febrero de 2010

De la Política y de "los políticos"...

"Creo que en la política ya sé diferenciar entre los
pecados de los hombres y la limpieza de las ideas."

"El mayor castigo para quienes no se interesan por la política,
es que serán gobernados por personas que sí se interesan."

¿Quién, en España, no ha asistido en más de una ocasión a una conversación en la que el núcleo central de la misma era una despiadada crítica dirigida hacia "los políticos"? ¿Y quién en alguna de esas ocasiones no se ha mostrado de acuerdo con esa crítica?

Es muy difícil no compartir alguna de las censuras que regularmente van dirigidas contra "los políticos", sus dichos, sus actos o sus omisiones. En unas ocasiones poniendo en tela de juicio sus aptitudes. En otras, sus comportamientos, bien hablemos de episodios relacionados con corrupción, o con actitudes poco presentables en cuanto a sus certidumbres democráticas, o tal vez concernientes a su moralidad en asuntos de especial sensibilidad.

En cualquier caso, también es cierto que hablar de "los políticos", como si de una casta maligna se tratase, no deja de ser más que una estúpida generalización sólo equiparable a aquellas que afirman que "todos los hombres son felices viendo fútbol con una cerveza en la mano", o que "las mujeres sólo se realizan cuando van de compras".

Pero, lo peor del caso, es que esas opiniones, aplicadas injustamente a la generalidad de "los políticos", desprestigian no sólo a aquellos que pudieran ser merecedores de reprobación, sino a muchos otros -indiscutiblemente la mayoría- que se aplican en hacer las cosas lo mejor que saben y pueden y, por extensión, también se desprestigia a la Política (así, con mayúsculas) entendida como una actividad imprescindible para la buena administración de los intereses de los ciudadanos y como cauce de participación de los mismos en el devenir de la sociedad.

Es necesario -incluso por higiene colectiva- que nos acostumbremos a entender la Política como una tarea noble y honorable, incluso a pesar de quienes la profanan con sus pecados, pero en la que las ideas limpias siempre acaban por abrirse camino. Y aquellos que abominan de la Política escudándose en el mal comportamiento de unos pocos políticos, atiendan al pensamiento de Arnold J. Toynbee, tomen interés por la Política y así evitarán a "los políticos" interesados...

Yo, por mi parte, reniego de quienes se sirven de la Política. Pero también de quienes la desprecian.

2 comentarios:

  1. totalmente, en la cas ade mi abuelo se hacian grandes debates de politica, mi abuelo se ponia como loco, que gracioso recuerdo
    un saludo

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  2. Siempre es preferible la politica a que los politicos, de hecho, nunca concuerdan entre si en la practica ;)

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